Resumen
De acuerdo con recientes estudios sobre las familias, el modelo de familia tradicional está siendo transformada por varios factores, entre los que destacan la incorporación de las mujeres al empleo remunerado, la desaparición del orden patriarcal y la consolidación de la familia negociadora. En teoría, estos tres factores impulsarían un reparto justo de las tareas domésticas y del cuidado de las hijas e hijos. Sin embargo, este estudio demostró que las madres de familia siguen asumiendo una doble carga de trabajo que afecta a todos los miembros de la familia, con resultados perniciosos en los ámbitos escolares, en la conservación de la salud y en el disfrute de un ocio constructivo por parte de las hijas y los hijos. El reconocimiento de que la conciliación familiar y laboral es deseable para mejorar la calidad de vida de todos los miembros de la familia, no es suficiente para que las familias consoliden un proyecto en ese sentido. Tampoco es suficiente organizar los horarios laborales y domésticos. Es necesario realizar una serie de acciones sistemáticas y conscientes para favorecer el aprendizaje de los valores de la conciliación. Consideramos que este estudio generó, por lo menos, dos hallazgos importantes. En primer lugar, se identificó que las estrategias que las familias realizan para conciliar la vida laboral y familiar pueden ordenarse en tres grupos: primero, aquellas estrategias que resuelven las preocupaciones prácticas de la vida cotidiana; segundo, las estrategias que aminoran las inquietudes sobre las eventualidades que podrían desequilibrar la frágil estabilidad horaria de las familias; y tercero, aquellas estrategias que favorecen el desarrollo ético y moral de las hijas e hijos.
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